La conducta humana, está guiada y dirigida por
refuerzos, los cuales son de carácter motivador para dirigir una conducta. Son
fundamentales en el aprendizaje sabiendo utilizarlos, para lograr una respuesta
esperada hacia los alumnos. Así, se comprueba que el comportamiento es de
carácter manipulable. Es indispensable manejar este tema, como estrategia para
el mejor logro de la educación, no solamente hablando de materia, sino también
reforzar en los educandos sus valores, metas, intereses; ayudando también a
tener una buena relación. Es un tema cotidiano que influye directamente en
nuestra forma de comportarnos, así nos dejan experiencias en nuestras
relaciones, para en otra ocasión aprender de ellos. Es por eso, que los
profesores quienes son uno de los pilares fundamentales en el proceso de
enseñanza - aprendizaje que hacen suyo los alumnos, deben tener un conocimiento
cabal de la teoría operante, para poder controlar la infinidad de conductas que
operan en los alumnos, en post de una sociedad mejor.
El conductismo skinneriano establece
que la enseñanza consiste en proporcionar contenidos o información, es decir,
en depositar información en el alumno para que la adquiera. Asimismo, la
enseñanza debe de estar basada en consecuencias positivas (reforzamientos
positivos), y no en procedimientos de control aversivos (como el castigo). Lo
que hace el profesor es planear los aprendizajes (respuestas) que desea
evidencien sus estudiantes, y para lograrlo condiciona sus comportamientos a
través de estímulos. De tal manera, que si es de nuestro interés lograr que un
alumno adquiera o incremente (aprenda) un repertorio conductual, es necesario
utilizar los principios y/o procedimientos, entre los cuales el más importante
es el reforzamiento.
En el caso de la evaluación, se señala
que el conductismo skinneriano enfatiza la atención en los productos de
aprendizaje y no en los procesos, es decir, lo que interesa saber es qué ha
conseguido el alumno al final de un ejercicio, una secuencia o un programa
determinado, sin intentar ir más allá en búsqueda de los procesos (cognitivos,
afectivos, etc.) que intervinieron durante el aprendizaje. Lo que interesa es
verificar que se hayan logrado obtener los comportamientos (aprendizaje) que el
profesor previamente determinó como los adecuados a través de los estímulos
seleccionados.
El condicionamiento operante de Skinner
resulta ser una teoría muy eficaz en el ámbito educativo ya que tiene
claramente identificados los principios que pueden hacer posible el
comportamiento (aprendizaje) que se espera adquiera el individuo. En la escuela
se estimula fuertemente el principio de reforzamiento, pues dicho espacio
favorece su uso a través de premios, reconocimientos o exoneraciones de deberes
o acciones que los estudiantes perciben como desagradables (realizar exámenes,
por ejemplo).
Pese al uso y éxito extendido por parte
de los docentes, ya sea consciente o inconscientemente, de la teoría formulada
por Skinner, no debemos de dejar de ver que el proceso de enseñanza-aprendizaje
es muy complejo y que reducir el aprendizaje a aspectos conductuales empobrece las
posibilidades del desarrollo cognitivo del individuo. Debemos ser conscientes
que la teoría del conductismo en lo general y la del condicionamiento operante
en lo particular son sólo alternativas que los docentes podemos usar para
cubrir determinados aspectos curriculares y lograr objetivos específicos, que
den cuenta de aspectos complementarios en el desarrollo y formación de los
estudiantes y que, además, enriquezcan en la labor docente.
Fuentes:
Bigge, L.
(2006). Teorías de aprendizaje para maestros. México: Editorial Trillas.
Dinmeyer, D. (1973). El consultor
psicopedagógico en la escuela.
Buenos Aires, Argentina: Jon. Editorial Guadalupe.
Hernández
Rojas, G. (2008). Paradigmas en psicología de la educación. México:
Editorial Paidós Educador Mexicana, S. A.
Salazar,
D. (2003). Psicología: un aporte a la Educación. Santiago Chile: Editor universidad Arturo Prat. 1° Edición.
Schunk H.
(1997). Teorías del aprendizaje. Segunda
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