Las teorías del aprendizaje tienen influencia sobre
la práctica docente de quien funge como profesor, pues éste concibe su práctica
desde una perspectiva particular, ya sea consciente o inconscientemente, y se
rige u orienta a partir de ciertas ideas que tiene sobre conceptos elementales
del proceso educativo, tales como enseñanza, aprendizaje y evaluación.
De
acuerdo con varios autores, el conductismo en general y el conductismo de
Skinner en particular son dos visiones que han logrado posesionarse fuertemente
en el ámbito educativo y, por supuesto, han sido objeto de análisis de la
psicología educativa y de la pedagogía. Veamos cómo son concebidos los
conceptos fundamentales del proceso educativo desde la perspectiva del conductismo
skinneriano.
A
decir de Hernández (2008), el conductismo skinneriano establece que “la
enseñanza consiste en proporcionar contenidos o información, es decir, en
depositar información. En el alumno para que la adquiera”. Asimismo, agrega el
autor, “la enseñanza debe de estar basada en consecuencias positivas
(reforzamientos positivos), y no en procedimientos de control aversivos (como el
castigo)”. Lo que hace el profesor es planear los aprendizajes (respuestas) que
desea evidencien sus estudiantes, y para lograrlo condiciona sus
comportamientos a través de estímulos.
El
aprendizaje, según Hernández (2008), es definido por los conductistas como “un
cambio estable en la conducta”, ya que consideran que la conducta de los
sujetos es aprendida y es consecuencia de las circunstancias ambientales. De
tal manera “que si es de nuestro interés lograr que un alumno adquiera o
incremente (aprenda) un repertorio conductual, es necesario utilizar los
principios y/o procedimientos, entre los cuales el más importante es el
reforzamiento”
.
En
el caso de la evaluación, Hernández (2008) señala que el conductismo
skinneriano enfatiza la atención “en los productos de aprendizaje y no en los
procesos, es decir, lo que interesa saber es qué ha conseguido el alumno al
final de un ejercicio, una secuencia o un programa determinado, sin intentar ir
más allá en búsqueda de los procesos (cognitivos, afectivos) que
intervinieron durante el aprendizaje”. Lo que interesa es verificar que
se hayan logrado obtener los comportamientos o aprendizaje que el profesor
previamente determinó como los adecuados a través de los estímulos
seleccionados.
Fuentes:
Mejía
A. (2003). Universidad Tecnológica de la Mixteca. Recuperado: http://www.utm.mx/edi_anteriores/temas43/2NOTAS_43_4.pdf
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